Las
tinterilladas de TdP
por
Herbert Mujica Rojas
Con el pretexto de una
carta falsamente recibida por el suscrito, Telefónica del Perú
S.A., se dio el gusto de cortarme
el teléfono el martes 4 de agosto por interminables horas. Sin embargo,
logré demostrar que el infundio era real y que había contestado
a los textos, mal escritos sin excepción, que esta empresa ha enviado
a lo largo de este año. Hecha la aclaracion, atendido en la oficina
comercial correspondiente, el teléfono volvió a tener vida
luego de largas horas de mudez imperturbable, repicó como siempre
lo ha hecho y se probó que la tinterillada de TdP S.A., es parte
de la nueva ofensiva contra los que sí sabemos protestar a troche
y moche por nuestros derechos de usuarios.
Sin embargo, hay una
oprobiosa conspiración legalística y abogadil en todo este
despropósito. Cuando
la policía corrupta quiere citar a alguien o desea demostrar que
así lo hizo, inventa firmas de cargo y libretas electorales con
más dígitos o burdamente falsas. Así de simple, de
manera que quien debía conocer de la situación, nunca llega
a saberlo sino cuando ya está con el agua hasta el cuello. Es un
método gangsteril, maloliente, ramplón, pero de una exquisita
delicadeza de quienes en lugar de ser defensores de la justicia, se han
tornado en palurdos chantajistas. Todo es un juego que pretende coimas
y dineros mal habidos.
Nada menos y nada más,
es la realidad que ahora emplea Telefónica del Perú S.A.,
para afirmar que responde las múltiples quejas de sus usuarios.
Como el cliente ignora todo, entonces, le cortan la línea y lo ponen
contra la pared porque “no presentó el reclamo en el plazo estipulado”.
Alguna vez, un amigo
relató la siguiente figura: ¿Que tal si soy herido por un
hampón que me dispara
siete tiros y quedo a mal traer? Entonces, por la situación no pude
denunciarlo al día siguiente ni en los próximos cinco. ¿Ese
delincuente queda libre de cualquier culpa? ¿El delito no será
castigado, porque la víctima no puede siquiera articular palabra
y alzar su dedo acusador contra quien lo abaleó?
TdP S.A. ahora promueve
los mismos métodos repugnantes y de baja estofa. Si el cliente no
recibió el documento, es problema no de quien tiene el deber de
enviarlo y confirmar la recepción,
sino del pobre usuario que no sabe nada, padece todo y a quien se coacta
con el pago o corte de línea definitiva o baja del servicio!
Esto no es una cuestión
de plazos. Es un asunto de servicio honesto al cliente.
Pero, ello sería pedirle mucho a TdP. Sabemos que están decididos
a llevarse el dinero a carretadas o a como dé lugar y que son miles
los casos de quejas de sobre facturación, pésimo servicio
e invención de llamadas que no se hicieron, pero que se pretenden
cobrar a las buenas o a las malas.
Una vez más,
TdP S.A. ha perdido. Tuvieron que reponer el servicio. Si voy a caer, pues
lo haré defendiendo mi verdad en contra de una empresa que comete
abusos. Osiptel me ha dado ya la razón en el primero de los juicios
administrativos que existen entre TdP y el suscrito. Aspiro a ganar los
próximos. Pero, no cejaré en esta aventura en el Perú
que significa ser entero y humildemente persuadido de la validez de sus
derechos.
Aliento a quienes deseen
y quieran tomar el camino del reclamo justo y la carta de queja constructiva.
No permitamos que empresas como la ya mencionada apele a métodos
delincuenciales como el informado en estas líneas. A mi nadie me
lo ha contado. He sido víctima momentánea y por breves horas.
Pero para dejar de serlo, debí emplear toda la energía de
una carta protestante y sólida en argumentos y textos.
Por sus obras los conocereis!
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