¡Los
métodos rufianescos de TdP!
por Herbert
Mujica Rojas
Telefónica
del Perú S.A. ha contratado a decenas de estudios de abogados para
que a través de amenazas rufianescas, notificaciones pre-judiciales,
invocaciones al Código Civil y mil y un pretextos más cobre
las deudas por el uso de línea a 241,000 morosos a lo largo y ancho
del país. Además, ha enviado facturas adicionales de cobro
por el uso de llamadas a celulares correspondientes a los meses de enero-marzo
del presente año, con una cartita en la que manifiesta que en ese
momento no hicieron el cobro. La jalada de orejas de Juan Villalonga desde
Madrid a José Ramón Vela debe haber sido fenomenal y bajo
la siguiente consigna: ¡cobren cómo sea!
Ha poco cuando en
la primera plana de El Comercio apareciera la información que 241,000
usuarios resultaban con sus servicios cortados cada mes, José Ramón
Vela, muy suelto de huesos dijo que eso era normal y que al final todos
pagaban. No se percató el lenguaraz funcionario español que
el 16% del universo telefónico, aquí o en la Cochinchina
resultan en un porcentaje catastrófico y que al ningunear la información
y el hecho, cometía una falta de respeto evidente y torpe.
En el Perú
no se deja de pagar las cuentas telefónicas porque a uno le gusta
molestar a TdP. Hay falta de liquidez y la profunda recesión afecta
a todos: empresas y personas naturales. También, ciertamente, los
clásicos contrabandos de TdP S.A., con llamadas a celulares inexistentes,
o facturas cuyo detalle no presentan o consumos altísimos constituyen
buena parte del asunto.
En 1998, le ganamos
seis juicios administrativos a TdP S.A. y las facturas que ellos reclamaban
como impagas y que bordeaban cada una de ellas los US$ 300, fueron liquidadas
en rangos apenas mayores o menores de US$ 50.00. Osiptel declaró
fundados todos mis reclamos y de ello hay constancia en los recibos cancelados.
En la actualidad
hay decenas de miles de reclamos por cobros indebidos, facturaciones sobre
dimensionadas, servicios deficientes. Osiptel tiene un trabajo muy fuerte
para ventilar estos litigios pero cuando el río suena es porque
piedras trae. Nadie reclama por el gusto de hacerlo.
La facturación
detallada la pagan los usuarios. Entonces, ¿cómo se explica
que luego de seis meses, TdP pretenda cobrar llamadas a celulares que no
figuran en esas relaciones? ¿No será más bien que
se pretende enchufar olímpicamente al universo pagante, las cuentas
de los 241,000 morosos mensuales del servicio telefónico?
Si usted recibe una
de esas cartas, conserve el documento y envíenos copia para publicar
los nombres, direcciones y teléfonos de estos piquetes de abogados
al servicio de TdP S.A. Dura es la ley, pero es la ley, dice el aforismo,
pero aquí no se pretende aplicar la ley sino meter miedo, aterrar
al ciudadano común y corriente y decirle que le van abrir la puerta
de casa a patadas (descerraje) y que le van a quitar sus aparatos o pertenencias.
Así actúan los delincuentes y por muy togados que sean, no
pasan de viles mandaderos contra sus propios connacionales.
Sin embargo, hay
que plantarse firme. A estos tipejos que llegan con sus cartas hay que
proporcionarles una bienvenida de comité. La Asociación de
Usuarios de Teléfonos tiene que nacer, pero no para llenar los bolsillos
a los venales sino para evitar que estas empresas extranjeras crean que
en el Perú se puede hacer cualquier cosa o que somos una cáfila
de borregos sin opinión ni dignidad.
¿Usted qué
dice? ¿Va a quedarse cruzado de brazos ante esta insolencia? ¿No
le parece que la hora de actuar ha llegado? |