¡Cómo
maquilla sus robos Telefónica de España!
por Gema Castellano
¡Felicidades
Telefónica! ¡No! Que no crea ningún lector que el espíritu
navideño se ha dedicado a sedar mis neuronas con algún tipo
de pócima, compuesta por un 90% de sensiblería y un 10% de
horterada de gorro de papa Noel. ¡Nada más lejos de la realidad!
Pero he de admitir que el último anuncio televisivo de Telefónica,
-donde ya aparece su nuevo look-, y siempre bajo mi punto de vista,
se merece un sobresaliente alto.
Lo tiene todo. Solidaridad,
compañerismo, idílica reconciliación entre rivales
futbolísticos, estrella danzarina brindando oportunidad a tímida
principiante y modelos cuyas caras se alejan del estereotipo nórdico
de chica-chico inalcanzables, que dan paso a prototipos con los que nos
identificamos más, todo ello presentado con una fotografía
perfecta y un encuadre excepcional, sin olvidar el acierto del tema musical.
Los personajes se
miran, se interconectan y comunican casi telepáticamente, para fundirse
finalmente en un abrazo de emoción contenida y de auténtica
complicidad. Como colofón, una frase magistral: “Lo que hace grande
a una compañía de telecomunicaciones, es su capacidad de
entenderse contigo”. Esta frase, -que interrumpe inoportunamente esa bella
historia-, nos devuelve a la realidad de sopetón y nos levanta del
sofá como si nos hubiéramos sentado encima de un hormiguero!
¡Y es que la cosa no es para menos! porque si mi cansada memoria
no me falla en este final del año tan intenso en justas reivindicaciones,
lo que ha hecho grande a esta nuestra compañía, son los 20.000
millones de ptas que nos roba al año en concepto de llamadas fallidas
a Internet, los 30.000 millones que recauda gracias al redondeo que hace
con las llamadas por medio de tarjetas telefónicas, los 10.000 millones
que expolia al ciudadano a través de las llamadas en cabinas con
monedas, o los 4.000 millones que ingresa por no hacer las devoluciones
de los importes de las llamadas, a lo que hay que unir lo que ahorra gracias
a la precariedad de los sueldos de sus empleados, o la imposición
de móviles a los latinoamericanos con el fin de no tener que invertir
en infraestructuras allí, y más y más.
En lo que respecta
a la “capacidad de Telefónica para entenderse con sus clientes”,
ni el mejor cuento de Navidad podría convencernos de esto. Reclamaciones
sin contestar, imposiciones monopolistas, diálogo inexistente con
los usuarios, mala educación en el trato al cliente en sus servicios
1004, 1003 etc, menosprecio hacia el cliente, e incluso insultos a los
internautas y respetables empresarios que actúan vía red,
por parte de su presidente Villalonga, -chateadores y arriesgadores de
su dinero- nos llamó en su día este buen señor quien
también dejó bien claro que “no eran hermanitas de la caridad
y que harían todo, -hasta anuncios como este se presupone-, para
ganar dinero”.
La capacidad de Telefónica
para hacerse entender, está basada en su capacidad económica
y de conseguir apoyos del gobierno para hacernos entender que aquí
manda ella, y en su misma capacidad para comprar medios de comunicación
que nos hagan entender esto mismo, por si por la fuerza no se puede.
De todas maneras,
¡Felicidades Telefónica!, por ese anuncio tan bonito. Te deseo
que 1999 te trate exactamente igual como tú tratas a tus clientes.
Y a los que me leen
deseo que se sientan como quieren en esta Navidad, -sin la obligación
de deber ser felices-, ¡y eso sí!, que 1999 les dé
todo lo que desean. |