La
historia como opinión
por Pedro
Flecha
Guamán viene
de una tradición donde la historia, por no ser una ciencia, es hecha
de opinión. Brillantemente refiere al carácter original del
andino mediante una fabulación sobre la leyenda de Noé, pero,
en quechua, habla de los “gente piedra animada”, como gente de la primera
época de la humanidad actual. En 1615, este hombre increíble
se había adelantado casi cuatro siglos a su época.
En el umbral de lo verosímil, Guamán plantea una evolución
de lo inanimado a lo animado, ya que esta primera gente “brota de la tierra”
(y algún día elaboraré, científicamente, al
respecto).
Cualquiera que se
atreviera a plantear algo así en esas épocas terminaba en
la hoguera, es por ello que Guamán fabula con historias bíblicas
para transmitir en la entrelínea la consistencia de su propuesta.
Ello es fundamentalismo. Los fundamentalismos, no son palabras gruesas,
ni significan turbas de fanáticos, simplemente significan que alguien
construye algo a partir de cimientos comunes. Son los “building blocks”
de la psicología moderna y en un sentido anterior los eskankas budistas.
Vamos a abundar en
lo fundamentalista...
Si uno revisa la
Constitución iraní, que se considera fundamentalista islámica,
encuentra desde un principio que está basada en “..la permanente
creencia de su pueblo en la soberanía de la verdad y la justicia
coránica... a través del voto afirmativo del 98.2%
de los votantes calificados ...después de la victoriosa revolución
islámica conducida por...Khumayni”. Los iraníes son los persas,
no son los asaltantes de caravanas en un desierto cualquiera, son la verdadera
esencia de la cultura de occidente. El segundo artículo es una manifestación
de fundamentalismo religioso; un dios, con soberanía, que tiene
derecho a legislar, y la necesidad de someterse a sus mandatos. Las leyes
surgen por revelación, el ciclo del hombre es uno de retorno a Alah
y ello es una creencia “constructiva”, etcétera. Los fundamentos
de la república iraní descansan en el Corán, que
no es, a diferencia de la biblia o los evangelios un ambiguo manual de
“do it yourself” sino un mandato organizado, muy específico respecto
al como, el cuando y el porqué...casi una ciencia para su pacha,
su espacio-tiempo.
Esta misma organización
fue la que permitió que la ciencia no se perdiera en la edad media.
El ochenta por ciento de la matemática y la ciencia que usamos,
fue guardada por casi 1,000 años por el Islam. Cuando los cruzados
emprendieron la aventura de reconquistar los “santos lugares” se encontraron
con una cultura enormemente superior a la de ellos en todo sentido. No
fue esto diferente a lo aventureros españoles encontraron en el
Nuevo Mundo, cosa que disgustó a la iglesia católica, quienes
vieron su poder de convicción disminuido.
En los cruzados,
como después en los invasores españoles hubo dos posiciones,
la del intercambio constructivo a nivel conocimiento con mutua liberación
de creencias por ambas partes y aquella de los brutos de aferrarse a un
dogmatismo fanático. Cosa que es el cristianismo. En la Jerusalem
de entonces esto tomó cuerpo en las dos órdenes de
caballería principales, la templaria y la del hospital, la primera
debió su nombre a la utopía del Templo de Salomón
y la segunda a un hospital que atendía a los guerreros heridos.
Ello es la diferencia que existe entre la “compasión” budista y
la “caridad” cristiana, términos absolutamente opuestos.
La gran diferencia
entre las órdenes era que los del Hospital obedecían al papado
y los del Temple obedecían a mandatos del inconsciente común
y solo reportaban al papado, que les tenía miedo, en vía
informativa cada cierta cantidad de años. La primera construyó
el mayor imperio mercantil, naviero y tecnológico de la época,
asimiló por intercambio la ciencia islámica y fue una especie
de transnacional socialista de inmenso poder, llegando hasta la instauración
de un gobierno sinárquico en el sur de Italia. La segunda
se quedó en la intriga y tuvo éxito con ella pues en el siglo
XIII el papado con algunos intereses acabó con todos los del temple
a sangre y fuego. La gran biblioteca templaria, que se encontraba en Chipre,
fue entregada a los del Hospital, quienes, como no entendían nada,
por puro burros, terminaron quemándola. La Alejandría revivida
por los del temple terminó también incendiada por las bestias.
El Temple se mantuvo
escondido porque sus manifestaciones eran perseguidas, el Hospital se mantuvo
a los pies del papado,alternando entre lamer los pies del papa de moda
y entre que el papa les lamiera los pies. Dos actitudes opuestas que son
una constante en el género humano, los idealistas –la humanidad
como ideal- y los “huelepedos” –el miedo a la libertad-.
Algo de templario
hubo en la rebelión de Gonzalo Pizarro contra el rey de España,
en la creación de la primera orden de caballería del
Nuevo mundo, llamada Leones de Huánuco. Conozco algo del tema,
por ancestro. Gonzalo era muy inculto y dubitativo, además parecía
que no era muy valeroso y en eso era...muy español. Muy español
en el sentido de esa asquerosa frase que campea en Latinoamérica...”Es
mejor un mal arreglo que un buen juicio”. Gonzalo Pizarro invocó
sus propias traiciones, algo muy español, y sucumbió ¡oh
sorpresa! a ellas con su propia vida. Lo que es cierto es que esta actitud
templaria de intercambio, de síntesis cultural, aquella que engañó
y mató a Atawallpa, estuvo en algún momento gravitando
en estas tierras. En el análisis de Guamán extraordinariamente
constructivo frente a las bandas de delincuentes burocráticos y
religiosos, se esfuerza y lo dice en el prólogo de buscar una conciliación
mediante un proyecto que si bien acepta una identificación nueva
...no entrega lo fundamental.
Los incas , que eran
la Rusia de entonces, aceptaron de los españoles, que eran los EEUU
de entonces, un tratado funesto. Aceptaron esconder su ciencia bajo la
idolatría cristiana...no midieron el carácter viral de la
palabra escrita. Aceptaron que la cola moviera al perro. Algo así
pasa en la actualidad y me da enorme pena. Rusia por necesidad ideológica,
ya que el marxismo es por definición ateo, tuvo que reelaborar
toda una teoría que va desde el origen del universo hasta quien
y cuando debe pelar una patata. Conozco a Rusia, al fin y al cabo mis remotos
ancestros vinieron de ahí, y sé que el conocimiento cuando
no tiene intermediarios se aloja casi genéticamente. Hay entonces
una reserva impresionante de lo fundamental en ellos.
Regresando a las
famosas órdenes, la orden del Hospital subsiste hoy bajo el nombre
de Orden de Malta y ha tenido, últimamente, participación
con los enormes escándalos vinculados con el catolicismo, tales
como el affaire Marcinckus, la logia Propaganda Due, la maffia, la CIA,
el Banco Ambrosiano, el Opus Dei y ahora, después del libro,
la fundamentación “gay” del poder tras el celibato y la postura
respecto a la planificación familiar. Vamos a ponerlo en términos
simples, si uno pone cuatro monos y cuatro monas en una jaula y los
alimenta diariamente con ocho plátanos, hay una vida armónica
y los monos se aparean y tienen hijos y cada vez que nace uno hay un plátano
más...la sociedad funciona normalmente. Ahora bien, si uno reduce
la cantidad de plátanos hasta un momento en que hay mucho más
bocas que plátanos, surge la homosexualidad entre los monos...porque
va a faltar alimento si continúa el crecimiento. Esto es la válvula
suicida de toda especie confinada a una jaula. En un bosque abierto los
monos ampliarían su territorio. Las religiones son jaulas, como
lo son las ideas políticas, la tendencia “gay” que es lo mismo que
“suicida” son el signo del agotamiento. Una especie, cualquiera que sea,
tiene un mandato genético hacia extenderse y propagarse, aunque
sea necesario para ello mutar. Todo aquello que es restringir su propagación
es suicida, antinatural.
Es por ello que la
guerra es tan natural en la especie humana como es natural la aspiración
de la hoja de una enredadera para llegar a donde le dé la luz solar.
Nadie en la naturaleza se suicida... |