El exilio cubano en Miami, está envejecido, se ha agotado
Continental, Nueva York, 11-3-99
 

Ignacio Castro Matos, representante del Partido del Pueblo Cubano en el Exterior, visitó New York y aquí fue entrevistado por Continental. A continuación, el cuestionario de preguntas y respuestas en el cual se enmarcó la entrevista, a este hombre, callado y sereno, de temperamento muy equilibrado –lo cual es raro en los cubanos tan apasionados- que contempla el desgaste producido en 40 años de destierro y de su palabra certera, brota un análisis y una nueva tesis. A continuación, con Ignacio Castro Matos.


 
 Miami es el centro donde tienen su base operativa todas las organizaciones anticastristas. Todo parece indicar que a 40 años de la tiranía de Fidel Castro, esas organizaciones han perdido su dinámica de lucha.

 Ciertamente en el exilio en general existe una especie de desplome en lo que hasta hace unos años se definía como un exilio militante.

¿A qué atribuye usted esta situación?

 40 años en la vida de una organización, cualquiera que sea su función son muchos años y si los mismos son en una persona son más todavía. Se ha producido un envejecimiento institucional y personal, se ha agotado el discurso y peor aún se ha demostrado, por parte de los proclamados líderes del exilio, una falta de capacidad total para enfrentar al régimen cubano.

¿Cree usted que todo lo que enumera ha sido por acomodamiento o por falta de recursos para desarrollar una lucha?

 Pienso que han existido las dos cosas. Aquí, con excepción de muy pocos, casi todos han gastado los años viajando a Washington, para pedir que Washington haga por nosotros lo que nosotros estamos obligados a realizar, por ser esa nuestra responsabilidad y nuestro deber. Una excepción  puede ser Alfa 66. En el orden financiero tenemos miles de cubanos ricos, pero la verdad es que en ellos no encontramos desprendimiento alguno. Todo lo que quieren es acumular más riquezas, cada vez en mayor cantidad y son incapaces de abrir su bolsillo, aunque proclamen a los cuatro vientos que están cansados de aportar dinero y eso es mentira. Muchos parece que piensan que el dinero se lo van a llevar a la tumba. Se ha dado y se está dando el caso de cubanos que mueren y las instituciones bancarias y de ahorros se quedan con lo que allí tienen depositado. No he visto entre los ricos cubanos a un Aguilera o Céspedes. En el sector femenino a una Martha Abreu, que lo dio todo. Cuando todo cambie porque tendrá que cambiar, el principal castigo que tendrán esos adinerados cubanos en el exterior será el señalamiento de sus propios hijos, en la misma forma que en Cuba los culpables de tanta barbarie tendrían que confrontar la acusación de sus hijos por prestarse a toda una mala obra.

Definitivamente, ¿no cree que las conocidas organizaciones de Miami, tengan algún papel que realizar?

 Pienso que están liquidadas y que si no han hecho nada trascendente hasta este momento, no veo como puedan hacer algo de ahora en adelante. La verdad es que esa famosa dirigencia que hemos tenido no supo o no quiso desarrollar una estrategia acertada que, con audacia, inteligencia y determinación, nos llevara a producir el anhelado cambio en Cuba.

¿Por qué ha pasado esto?

 Ya expliqué que por incapacidad, pero deseo agregar que a todos les ha interesado más su protagonismo personal de aparecer en los periódicos, la televisión o la radio que en cumplir lealmente con su deber. Creían y muchos creen que apareciendo diariamente en la prensa, desfilando por la Calle 8 ó quemando la bandera de España y destruyendo retratos del rey y del presidente de España frente al Consulado español están luchando contra Fidel Castro y no aceptan que es una acción repugnante, repudiable y vulgar que nada tiene que ver con la causa cubana.

Frente al castro-comunismo, ¿usted ha tenido una larga y permanente acción en el exilio?

 No sólo en el exilio, también dentro de Cuba, donde cumplí prisión y pasé dos terribles experiencias en el paredón de fusilamiento.

¿Desde cuándo viene luchando por la democracia en Cuba?

 La búsqueda de un mejor destino para mi país ha sido un compromiso de familia. En nuestra gesta independentista para lograr una patria libre e independiente, mi abuelo por parte de madre, Manuel Matos, fue guía de Martí. El otro, por parte de padre, Ignacio Castro, fue compañero de Maceo. Ambos fueron altos oficiales al concluir la guerra. En la lucha contra Batista toda la familia participó y todas nuestras propiedades fueron quemadas y arruinadas por el ejército de Batista. Frente a Fidel el primer cuartel del Ejército Rebelde que se rebeló fue el de Imías en Oriente, allí murieron dos primos míos: Mongo y Alberto Ortega Matos, el primero teniente y el segundo sub-teniente.

Nos llegan informaciones del Partido del Pueblo y en este periódico ya hemos informado sobre el mismo. ¿Desde cuándo existe?

 El Partido del Pueblo fue fundado dentro de Cuba en los primeros meses de 1998.

Los dirigentes. ¿Dónde están y quiénes son?

 La dirigencia del Partido del Pueblo está dentro de Cuba. En el exterior nosotros somos una representación que también es parte de la Dirección Central y actuamos de común acuerdo con los que se encuentran en la isla. Aquí integran la representación Lázaro Guerra, ex-sobreviviente del Corinthia y ex-preso de 18 años, Abelardo Meneses que dirigirá la oficina de Prensa e Información en Madrid, Ramón Palmas recién llegado desde Cuba y yo que encabezo la representación.

¿Cuál es la línea política del Partido del Pueblo?

 Totalmente social-demócrata.

¿Por qué social-demócrata?

 Porque esta línea política encarna fielmente las mejores aspiraciones de los pueblos y porque además en Cuba después de Fidel Castro no existe una respuesta en el orden social que no sea dentro del marco de lo que significa la social-democracia que es: una democracia social constructiva, participativa, humanista y nacionalista.

Usted fue analista político del gobierno del presidente Herrera Campins en Venezuela y durante muchos años fue el responsable de las Relaciones Internacionales del CID, eso sin lugar a dudas le permite tener relaciones y contactos de primer orden. ¿Cuentan ya con el respaldo de alguna organización social-demócrata?

 Contamos con el apoyo de un partido latinoamericano y de personalidades de esa corriente de pensamientos que nos van a respaldar.

¿Cuál finalmente es la estrategia para producir el cambio en Cuba por el Partido del Pueblo?

 Es una estrategia combinada, mediante la cual confiamos que el Partido del Pueblo sea un verdadero instrumento de oposición cívica y política para despertar la conciencia dormida del pueblo y convertirlo en un activo oposicionista para lograr el cambio.

¿Tienen ustedes fe en este empeño?

 La fe, pese a todos los nubarrones, es lo último que se pierde y nosotros somos luchadores históricos que tenemos fundadas esperanzas en un cambio en Cuba, por él y para él luchamos sin descanso y el nuevo camino es la vía para lograrlo.

¿Qué líderes mundiales han contribuido a forjar su actual pensamiento político?

 Existen varios, pero deseo destacar a David Ben Gurion, Víctor Raúl Haya de la Torre, John F. Kennedy, Bill Clinton y Muñoz Marín.

Personalmente, ¿trató a alguno de ellos?

 Haya de la Torre. En tres oportunidades nos entrevistamos, dos en Lima y una en Caracas. Era un hombre impresionante. Un convencido revolucionario democrático.

En ese orden de ideas, de los que aún hoy tienen algún liderazgo, ¿a cuáles admira?

 A Carlos Andrés Pérez y Luis Herrera Campins en Venezuela. Ambos aunque de partidos diferentes trataron sin lograrlo, de producir una verdadera transformación social en Venezuela. La historia en su día tendrá que recoger su obra. También tengo una gran admiración por Felipe González de España y Rafael Hernández Colón de Puerto Rico. En el caso de Hernández Colón a quien conozco personalmente, no cabe que es un líder con ideas nuevas y modernas y con nivel de estadista, quizás no ha destacado más en el orden internacional por ser de un país que tiene un estatus muy especial.

Para comunicarse con Ignacio Castro Matos llamar al 305-225-1618; 305-225-5751 fax; P.O. Box 651166, Miami, Florida, USA, 33265-1166

 


 
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