Perú:
autoritarismo, corrupción y falta de libertades
por Gema Castellano
En el Perú
con Fujimori las consecuencias de un gobierno que ha perdido la brújula
están siendo dramáticas para la población, -cada día
más empobrecida y necesitada-, y vejatoria para la clase intelectual
del país, que debe exilarse, esconderse y defenderse como si de
delincuentes comunes se tratara. Y es que el autoritarismo, la corrupción,
la falta de libertad de expresión, la falta de cultura, la represión
policial y la especulación, van siempre unidos y las consecuencias
dramáticas son pobreza, falta de dignidad individual, subdesarrollo
e inexistencia de los derechos humanos. En suma, falta de libertad. Palabra
casi carente de sentido, desde que los gobiernos más dictatoriales
la utilizan como arma de seducción.
Baruch Ivcher, propietario
de la cadena de Canal 2 exilado en Miami a causa de la manía persecutoria
de Fujimori, -que no supo aceptar las críticas contra su gobierno-,
ha sido requerido por éste a través de la Interpol, para
ser juzgado por el simple delito de ejercer la libertad de expresión.
El SIN, Servicio
de Inteligencia contra los críticos del régimen, ha creado
una página web denominada Aprodev, donde se difama, amenaza y calumnia
a los informadores que se ocupan de los affaires militares, investigan
y denuncian la corrupción en las fuerzas armadas y a los que se
atreven a hablar de Montesinos, verdadero verdugo de periodistas y de la
libertad de expresión.
La persecución
sin cuartel del SIN contra los periodistas es tan espeluznante, que incluso
el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), ha decidido lanzar la Red de
Emergencia para Periodistas, que será declarada en funciones por
el Relator para la Libertad de Expresión de la Organización
de Estados Americanos ( OEA ), Santiago Cantón.
Francamente, es patético
para cualquier demócrata que se precie, observar como gobiernos
como el español y en especial nuestro presidente, es capaz de presentarse
ante sus ciudadanos departiendo mano a mano y tan amigablemente, con un
dictador de las características del descendiente nipón, a
no ser que tengan algo en común. ¿Serán los fines
especulativos de consecuencias nefastas para la población lo que
les una?. Ya no tenemos dudas de esto. Aunque habrá que añadir
que ideológicamente no les separan muchos puntos.
Esta red, está
constituida por periodistas interesados en obtener mejores
condiciones de seguridad
para el ejercicio del periodismo en el país y en
ejercer solidaridad
activa con periodistas en peligro, que podrán comunicarse gratuitamente
al teléfono S.O.S 0-800-44530, para solicitar ayuda o informar de
cualquier abuso en contra del ejercicio de la labor periodística.
Si partimos de la
base de que es el ciudadano el que debería exigir una información
veraz, directa y sin manipulaciones, -y por tanto didáctica-, llegaremos
a comprender el nivel de alienación, ignorancia y degradación
al que los gobiernos dictatoriales, corruptos y consentidos por países
presuntamente democráticos, -que aprovechan esta coyuntura para
satisfacer las aventuras conquistadoras de empresas y bancos expertos en
especulación, véase Telefónica BBV etc-, están
sumiendo a Latinoamérica.
Pero desgraciadamente
los ataques continuados a la libertad de expresión, no son más
que un síntoma que pretende acallar una situación interna
insostenible.
Human Rigths Watch,
en su informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo,
ha lanzado la alarma sobre Perú, acusando a Fujimori de continuos
atentados perpetrados por su gobierno sobre esta materia, concretando sobre
la falta de independencia del poder judicial, -caracterizado por su afición
a aceptar sobornos sin ningún tipo de remordimiento, véase
caso del juez Grados, capturado con 3000 dólares que pidió
a una empresa minera por fallar a su favor, el ex juez de la Corte Suprema
Cesar Tineo, quien adulteró una sentencia a cambio de varias decenas
de miles de dólares, el juez Pablo Rojas, quien recibió 2000
dólares de manos del narcotráfico, la fiscal Juana Córdova
y tantos otros-, la continua socavación del estado de derecho, las
alteraciones en la composición del Jurado Nacional de Elecciones
y las tendencias antidemocráticas de ese dictador con maneras de
cortesía oriental, capaz de las más atroces aberraciones.
Evidentemente, es
aterrador ponerse en la piel de esos que desde el exilio o desde ahí
mismo, deben luchar no sólo contra este monstruo y su corte, sino
además con una barrera insalvable constituida por un pueblo desinformado
y por tanto conformista, incapaz desde su pobreza e incultura, de comprender
cuales son sus derechos.
A Fujimori ya no
le cree nadie en Perú. Pero ¡cuidado!. A los agentes especuladores
que actúan en este país, Telefónica y bancos españoles
especialmente, no les conviene que este dictador fácil de comprar
desaparezca, por lo que es previsible que los hilos que mueven estos presuntos
estafadores a alto nivel, junto a las manipulaciones electorales ilegales
y las ansias del dictador por ser reelegido, hagan posible que el nuevo
siglo no sea más que una reafirmación de la corrupción,
abusos y dictadura con la que los peruanos terminarán este milenio,
si la concienciación social no provoca su propia revolución.
Latinoamérica
debe encontrar su propia identidad. El circulo maligno de pobreza, subdesarrollo,
represión e injusticia, tan hipócritamente cerrado por la
incursión de empresas corruptas y especulativas, que bajo el nombre
de inversión no pretenden más que el fraude contra el cliente,
la explotación contra el trabajador y la hipoteca sobre la economía,
-infravalorando todo lo autóctono considerado como feudo-, debe
romperse.
Solamente aceptando
su propia identidad autóctona y desarrollando su necesidad de gobiernos
democráticos que les devuelvan la dignidad, conseguirán un
día ser dueños de su propio futuro.
Ahora es el momento,
y así parecen haberlo entendido los latinos ya que esa tierra se
mueve. La reestructuración de estas naciones está próxima,
y es penoso que la empresa española no haya previsto esta coyuntura,
con el fin de colaborar en el desarrollo tecnológico de Latinoamérica,
basado en la unidad lingüística y tan beneficioso para ambas
partes. En vez de esto, monstruos como Telefónica han preferido
el abuso y la corrupción, y lo van a pagar caro. |