Gracias a Villalonga y Telefónica han despertado las consciencias

La desinformación es borreguismo

¡Internet se ha convertido en un medio peligroso para los poderosos!
por Gema Castellano

Realmente a estas alturas es difícil no estar agradecidos a Telefónica y a su presidente Villalonga. La lucha en la que nos han obligado a implicarnos, causada por su ansia de poder y necesidad de manipulación, ha despertado nuestras consciencias y, el que más o el que menos, comienza a descubrir que el verdadero sentido de esta guerra no es la consecución de la tarifa plana en sí, sino la reconquista de nuestras libertades más primarias que, a medida que nuestra democracia se ha hecho más vieja y consolidada y gobierno tras gobierno, se han ido recortando de una manera tan sutil y poco a poco, que si, de vez en cuando, el poder no cometiera errores, muy raramente sería percibida por nuestros sentidos. Y es que, no nos engañemos, es fácil aborregarse en un estado de supuesto bienestar, mientras los grandes poderes fácticos se hacen con nuestras vidas y nuestras mentes.

Como ya he dicho en otras ocasiones, difícilmente se nos hubiera ocurrido analizar a Telefónica si ésta no hubiera cometido el error de no conocer Internet y su repercusión social, y hubiera separado la transmisión de voz de la de datos. Villalonga, posiblemente, hubiera podido ver cumplido su sueño de convertirse en dueño y señor del bien más preciado en el siglo XXI: la comunicación. Y cuando digo el bien más preciado lo hago por extensión, ya que no me cansaré de decir que las divisas que ésta genera no tienen ningún coste cuando la infraestructura está amortizada. Por lo cual estas super ganancias tienen como destino la compra de medios físicos de comunicación –TV, radio, prensa–, y humanos que a golpe de talonario y careciendo de toda ética y escrúpulos  –profesionales de estos medios- divulguen sus buenas obras y la ensalcen como líder empresa privada que atraiga, a su vez, el dinero del pequeño ahorrador. Véase el caso de El Mundo. Cuando aparentemente se ha convertido en un peligro para el gobierno –caso Pedro Jota que sabe demasiado-, Villalonga se apresura a salvar a su amigo Aznar iniciando las negociaciones para su adquisición.

¿Y los que no son susceptibles de ser comprados?. Telefónica invierte cifras multimillonarias en publicidad. Y desgraciadamente, estos medios se financian de esta manera. “Tu hablas bien de mi y yo te doy la publicidad”. Todo es negociable. 

Haciendo un pequeño inciso, merece la pena tomar nota del imprevisto cambio de publicidad de Telefónica. El mensaje ya no nos lo lanza un joven dinámico y nervioso, posiblemente urbano, sino que la mentira nos la envía Mariano. Un personaje rural, pozo de sabiduría natural. ¿Pretenderá Telefónica asegurar su negocio enfrentando a los usuarios del teléfono –en pocos pueblos de España hay Internet y Marianos que lo utilicen– con los de Internet?. La respuesta, a estas alturas, es obvia.

La información es poder y la desinformación borreguismo. ¿Acaso alguien cree que los poderosos van a dejar este poder en nuestras manos?. No, si no es por la fuerza.
 
¡La liberalización de las telecomunicaciones tiene que llegar y está prevista!. Me dirán algunos: ¿qué liberalización?. A éstos les diré que jamás habrá una liberalización de las telecomunicaciones si el gobierno antes no rescata la infraestructura, que fue amortizada con dinero público y crea una empresa subsidiaria que garantice que cualquier competidor de Telefónica podrá utilizar esta infraestructura. Y aún así conseguiríamos unas comunicaciones baratas, pero en ningún momento exentas del peligro manipulador del poder del dinero. Internet se ha convertido en un medio peligroso para los poderosos. 

¿Y el gobierno?. Desgraciadamente el gobierno no es más que un muñeco de trapo a órdenes de una empresa y un empresario con sobredosis de poder (Villalonga), del que depende en buena parte su campaña electoral y su permanencia o no en La Moncloa. ¡Además!, para eso son amigos de la infancia. ¡De momento!. Porque recordemos que Aznar también era inseparable de Pedro Jota. 

¡En fin! Ellos se lo guisan y ellos se lo comen y nosotros inmersos en la más absoluta de las ignorancias. Y otra vez: ¡maldita desinformación!.
 
Pero como los tentáculos de la red son ilimitados y Telefónica –insisto- nunca le estaremos lo suficientemente agradecidos, ha despertado nuestra curiosidad, también sabemos que lo que sienten nuestros amigos de ultramar por nosotros no es amor y agradecimiento a una empresa que ha ido a despertarles de su letargo comunicativo –como intenta hacernos creer Villalonga- sino un profundo odio que se está gestando contra todos nosotros a causa de las aberraciones que Telefónica está realizando en países como Perú, Chile, Argentina y ahora Brasil. Los latinoamericanos recuerdan cómo los aniquilamos una vez y no están dispuestos a una segunda invasión. El odio que siente el ciudadano de Perú contra Telefónica -leer la entrevista que realicé a Herbert Mujica Rojas-, se transmite a todo lo ibérico gracias a las malas artes de Telefónica, que incluso se atreve a tratarlos como retrasados mentales, cuando les ofrece la televisión por cable bajo el ridículo nombre de Cable Mágico.

Al hilo de  Latinoamérica, todos pudimos ver a nuestro presidente Aznar durante su viaje a Perú mano a mano con Fujimori y escuchar su paternalista discurso. Lo que no vimos, seguramente debido a su famosa discreción, es la figura de Villalonga dictándole al oído a nuestro premier los parámetros del discurso. En cualquier caso, los efectos de ese viaje ya se han dejado sentir allá.
 
“A tres días de las elecciones presidenciales en Brasil, las grandes empresas españolas de telecomunicaciones le lanzan al presidente Fernando Henrique Cardoso un salvavidas económico. Cardoso quiere ser reelecto a su cargo y esa ayuda no le viene nada mal “.

Esto es lo que se podía leer hace unos días en un medio comprometido latinoamericano.

Y sigue:

“Telefónica de España y sus socios Iberdrola, Banco Bilbao Vizcaya y Portugal Telecom, anticiparán el pago por la compra de Telebras, el gigante de las comunicaciones de Brasil. El gobierno de Fernando Cardoso recibió con júbilo la noticia del acuerdo, ya que permitirá el anticipado ingreso de 3.870 millones de dólares a las reducidas arcas estatales.” Evidentemente un viaje de negocios perfecto disfrazado de buenas intenciones para con el pueblo brasileño, con la figura de Aznar como estandarte para dar institucionalidad solidaria al affaire.

¡Robo aquí, compro allá y sigo robando donde he comprado! Esa parece ser la consigna de Villalonga para saciar su ansia de poder y conquista.

Las telecomunicaciones y los bancos. Los grandes negocios que, incluyendo las consultorías directamente ligadas a éstos, marcarán el nuevo milenio.

Como ven, no se puede dudar nunca de la fuerza del enemigo, pero en este caso, el enemigo común pesa. ¡Y cómo pesa!. Desde aquí quiero dar las gracias a Telefónica. Y quiero hacerlo por cometer el error tan tremendo de infravalorar al internauta. Gracias a esto se han despertado nuestras consciencias. Ahora conocemos a Telefónica y sabemos que hay un enemigo común. En España y en Latinoamérica. ¡Gracias Telefónica por mostrarnos tu sucia cara!. Si no nos hubieras menospreciado e infravalorado jamás te hubiéramos conocido. Tus medios comprados te aseaban muy bien. Cuando terminemos contigo, antes o después lo haremos, te enterraremos en el Valle de los Caídos. Donde deberías estar ya. Pero no olvidemos una cosa. Necesitan el poder de la información y su control. Sin este poder y este control no son nada. Acaban de descubrir el poder de la red. Harán todo para conseguirlo. ¡No nos creamos nada! ¡Revolución en la red!

 
 
 
 
 
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